Esta semana, ha sido una de esas semanas caóticas en las que en el mundo rural, nos da por hacer semanas fantásticas, exposiciones, ferias, muestras y demostraciones de nuestro buen hacer y de lo bonito y bucólico que es el mundo en el que nos movemos y que curiosamente nos hace trabajaren fin de semana y fiesta del trabajador, por decreto ley.
Durante una de esas maravillosas charlas que organizamos, se trato en mundo del slowfood, movimiento que yo conocía un poco de oídas y que me parece maravilloso en la medida en la que no pasa a ser una religión.
Aunque en el mundo rural, llevamos igual o más prisa que los urbanitas que piensan que aquí es todo mucho más relajado, (ya os informo que una porción importante de los trabajadores de este medio, trabajan sin rechistar el fin de semana y no en el sector del ocio y la restauración), me parece muy interesante seguir en la medida que se pueda, esta corriente. De vez en cuando está bien pararnos y sentir lo que comemos.
El hecho es que vino un quesero artesano para enseñarnos a hacer queso. La verdad es que fue rápido y muy fácil y nos salió, muy bueno. Nos contó un montón de cosas sobre la alimentación actual, como que al queso industrial, le echan fécula de patata, o a los embutidos leche y otras cosas que mejor no contar para seguir comiendo algo.
En fin, que como lo más interesante me pareció lo de poder hacer el queso fresco y las cuajadas en casa. Os paso la receta del queso fresco:
QUESO FRESCO
Se calienta de 2 a 3 litros de leche pura de oveja, cabra o vaca o mezclada, (no puede ser leche de tetrabrik, o sea que hay que pedirla a algún pastor conocido, no sé si servirá esa que dicen que es fresca que venden en el supermercado, pero es que lleva casi la mitad de agua). Cuando la leche llega a 30 grados (esto se mide con un termómetro cualquiera, se mete dentro de la cazuela), y en cuanto llega a esa temperatura y se añade un centímetro de cuajo (aunque aquí está el secreto de los maestros queseros, ¿Cuál es su cuajo para que les salga mejor? Venden cuajo liquido en la farmacia que sirve igual para nosotros los que somos principiantes) para 2 ó 3 litros de leche, siempre disuelto en un poco de agua (el cuajo). Se deja reposar 1 hora dentro de la misma cazuela.
Tras esa hora, quedará una especie de cuajada gigante. Luego cortaremos la cuajada en tacos de 3x3 aproximadamente y luego con una batidora de mano, se rompe la cuajada para dejara como si fuera una cuajada grumosa (tamaño grano de maíz).
Para molde de queso puede servir cualquier tarro, debería llevar agujeros por debajo para que se vaya el suero, pero también puede servir un colador. En cualquier caso, está bien poner un trapo tipo gasa o sabana vieja antes de echar el queso para luego poder sacarlo y darle la vuelta con mayor facilidad.
Se llena en molde (colador) y se prensa durante una hora (1 kg de peso x 1 kg de queso), en el caso de ponerlo en el colador, no hace falta poner mucho peso encima porque sacaría el agua demasiado rápido.
Se saca del molde, se mete al frigorífico y listo para consumir.
Si queremos hacerlo con sal, 3 cucharillas para 5 litros de leche al tiempo de calentarla.
Si tenéis dudas, podéis preguntar siempre y cuando no sean muy complicadas (por ejemplo que es el cuajo natural, que lo sé, pero una historia un poco asquerosa).
Otro día os subo la receta de la cuajada que es muy parecida.